Futuro yo, me anticipo a escribirte antes de que caigas en el cliché, en el que tú me escribes diciéndome que lo estoy haciendo bien y que no me desespere. No importaría nada de lo que me dijeras, igual no te creería. Así es que te ahorro la nostalgia y tú a mí la carta de superación personal. Futuro yo, es el 13 de julio del 2024 cuando todo se fue al carajo. Me desperté demasiado tarde, no alcancé a esquivar el auto, el impacto fue certero, a nosotros ni un solo rasguño, pero ellas, recuérdalo siempre, ellas murieron al instante. Nunca más volverás a dormir tranquilo, porque al cerrar tus ojos, verás los rostros inertes, de tu amada esposa e hija.

Monterrey, México, 1987) Su profesión de adulto es el de psicólogo clínico, a la par de su ferviente deseo de ser escritor. De niño en cambio era futbolista y un hábil jugador de escondidas. Vivió desde su nacimiento hasta gran parte de su adultez en el municipio de Santa Catarina, en el estado de Nuevo León, México. De ahí conserva recuerdos de todo tipo, por ejemplo cuando empezó a leer el periódico y sus padres hacían gestos de orgullo. Pero su nacimiento como lector oficial fue hasta muchos años después, en la carrera de psicología, cuando su amiga Ana Carral le regaló el libro «Todos los nombres». de José Saramago. También a partir de ese momento, surgió su necesidad irrefutable de ser escritor.