Hubo una época en que en nuestro equipo de fútbol jugaba Carlos “Bala de Plata” Muñoz. Era un delantero entrado en kilos que había traído el arquero, Tincho, porque cuando cambiamos de torneo en 2010, nos faltaban algunos jugadores para completar el plantel.

Recuerdo que todavía jugábamos en “libres”, con esto me refiero a que a pesar de que algunos de nosotros ya contábamos con edad suficiente para pasarnos a la categoría de veteranos, aún nos dábamos el lujo de jugar sin restricciones de edades mínimas, por lo que en la mayoría de los casos enfrentábamos a equipos con jugadores que tenían hasta 10 años menos de nosotros. Y no es por alardear, pero siempre éramos protagonistas y dábamos batalla hasta las últimas fechas para entrar en el podio de fin de año.

Volviendo al Bala de Plata, hay que decir que tenía una pegada fenomenal con ambas piernas, la había cultivado en las inferiores de Central Córdoba, un reconocido club del ascenso de nuestra ciudad. Él siempre mencionaba que estuvo allí hasta los 15 años y que una vez llegó a entrenar con la primera. Después sus padres prefirieron que se dedique más al estudio y entonces ya no pudo seguir en el club, pero “las cosas que se aprenden de chico, te duran para para toda la vida”, solía decir cuando le elogiaban alguna jugada. Seguir leyendo: www.wattpad.com/bala-de-plata

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